
Vamos a mirarnos a los ojos
vamos a ignorar todo el silencio
vamos a inventarnos un futuro
sin pensar en la cruel pausa que detuvo
Vamos a tocarnos libremente
sin miedo a contar las alegrías
vamos a intentar más tonterías
por las calles que tomaron nuestras manos
×
Fue una mañana cuando el tiempo se detuvo,
dibujando tu sonrisa en el desierto de mi vida
y más que tus palabras divididas
era el verso de tu cuerpo que procuro.
×
Silencio.
Ese silencio que se posa en mi mente cuando te pienso,
silencio mudo y pesado,
atado y agitado que no me deja dormir.
Silencio del tiempo preciso, mirándome en un precipicio
donde sólo estás tú.
Tormento, recuerdo... Silencio.
Silencio amontonado en los rincones dormidos del recuerdo,
olvidó estancado en tu sonrisa,
reflejos que encandilan en mis días con intensa necedad.
Silencio magullado por el verbo incontrolable de tu nombre,
por la violencia con que atacas mis sentidos,
con tus ojos ya tatuados de ese olvido
que no puedo ya sentir.
Silencio, palabra, sentido.
Olvido que no llega.
Recuerdo que golpea.
Silencio que no escucho.
Palabra que no digo.
Sentido que no vivo. Silencio…
×
Pedazo imperfecto de melancolía
perdon por los besos encerrados
dibujados, día a día arrinconados
en el tibio abrazo de tu compañía.
Fué más cierto el tiempo hueco
que me puso los pies en la tierra
cambiando mi futuro en guerra
del camino que traspaso entre tu fuego
×
Tu me das equilibrio
El que necesito día a día
Para evadir la melancolia
Y navegar caminar los caminos con más brío
Imperfecta perfección del desamparo
Muchacha de sonrisa perfecta y nariz torcida
Qué me miras con misterio haciendo q la herida
No sangre, no duelas, no busque más atajos
×
A lo lejos viene, a lo lejos la veo.
Su caminar pausado y reconocible,
su cola en el caballo y sus pómulos qué hacen de su sonrisa algo inefable.
Pupilas, sonrisa,
cabello, la axila,
sus hombros, sus labios,
cachete, sus manos,
Su nariz torcida, sus veinte y tantos,
Sus sueños de niña, su cuento pasado.
Botella de vino, su silla a mi lado,
Su copa qué vino a morderme mi estado,
Sus piernas de lino, mi sueño frustrado,
Perder era fijo, igual yo me daño,
Su verbo siliente, su dame un abrazo
El horrible te verde qué tomas en verano,
Sonrisa que afila su daga en mis manos,
Tristeza qué amarga sus días pesados,
Y yo que no puedo alejarme en su paso,
Me quedo perdido en su voz qué repaso.
Su necesito hablarte, mi insomnio perdido,
su te llamo porque quiero, porque puedo y decido.
Su letargo, mi quebranto.
×